Frío espiritual

El  invierno que nos congela la vida

Podemos sentir frío en nuestro corazón sin saber el motivo, pero esta reflexión te hará ver que tu espíritu calentará tu alma y de quienes se acerquen a ti.

Hace algunos años me tocó ver a "Jessica" una compañera de trabajo acercarse a un hombre tumbado por el frío viento del invierno, le dio un café caliente que momento antes había comprado en una tienda de servicio rápido, también le dio unos guantes y una cobija que traía en el coche.

A esa compañera bien  se le podría juzgar por su apariencia y actitud fría con la que se dirigía a los demás compañeros, pero solo quien se acercaba a ella y la conocía de verdad,se llevaba la gran sorpresa de su vida, ella era una mujer llena del espíritu de amor y bondad hacia los demás. Y no necesitaba de una imagen "santa" para mostrar que tenía el corazón lleno de amor. Amor que compartía a quien lo necesitara sin interés alguno y sin pedir nada a cambio.

El frío espiritual consume en la soledad a quien no busca un consuelo en la palabra y vida de Jesús Nuestro Señor, creemos que el cuerpo solo siente frío en la época de invierno pero la realidad es que podemos experimentarlo, en espíritu, como un invierno que nos congela todo el año y  si no queremos sentirnos solos y con esa frialdad que recorre el alma debemos hacer como "Jessica" quien no reparo en gastar su tiempo, dinero y esfuerzo en ayudar a ese pobre hombre tumbado por el frío. Seguramente ese acto de buena voluntad sirvió no solo para calmar el frío que ese hombre sentía en su cuerpo si no para también llenarse del calor que solo Dios da a quienes con su bondad ayudan a los demás.

No permitas que el frío espiritual invada tu corazón en época de invierno o en cualquier otra época del año, extiende tu bondad a quienes la necesitan ya sean pobres o ricos y que nunca te falte bondad para regalar de lo que a ti te da Dios para repartir. Ya sea llevando la palabra viva, o entregando café y comida caliente, un abrazo y consuelo, un repartir de abrigos y prendas en invierno, agua en calor. Y que nunca te falte amor de Dios para fortalecer y calentar tu espíritu.

Que el amor y el calor de Dios inunde sus corazones para todo la vida, a ustedes, a sus amigos, a sus familiares y a cuantos necesiten de ese calor de amor que solo Dios puede dar.

Reflexiones para Vivir en Paz

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